14 abril, 2012

Huir no es la mejor opción.

En absoluto pensé nunca que pudiese construir un caparazón para hacerme inmune ante el dolor. ¡Efectivamente lo era! Pasaban los días, y los pasaba realmente sin preocupaciones, sin acostarme en la cama con alguna carga encima. Mis amigas me contaban todos sus problemas y mientras yo los asimilaba pensaba: Pobres, menos mal que yo no me encuentro en esa situación. En realidad no estaba en ninguna situación. Aunque yo durante esos momentos no me diese cuenta, estaba cegada, estaba totalmente en el limbo. Ni el lo bueno, ni en lo malo. No sentía ni una pizca de sentimientos. Mis pulsaciones eran demasiado corrientes para un adolescente. El bombeo que usualmente hacia vibrar mi pecho se había apagado de una manera espeluznante. 

No era persona. Las personas sienten, tienen ganas de que pasen los días, ya sea para solucionar los motivos de sus inquietudes, como para seguir asintiendo lo agradecidos que están por la vida tan maravillosa que poseen. Sin embargo yo no tenia ganas de nada. No queria sufrir y por lo tanto tampoco me arriesgaba a realizar ningún acto que probablemente tuviese el cincuenta por ciento de salir mal.

Hasta que un día, me deslumbré con algo que siempre estuvo y había visto, pero en lo que nunca realmente había parado la vista. Me devolvió las  ilusiones y las ganas de levantarme por las mañanas. De repente su nombre aparecía en todos lados, como si el destino lo hubiese tenido preparado. Lo tenia más que preparado. Era hora de que yo renaciese de las penumbras en las que yo solita me había enterrado. Rápidamente se me cargó la batería. Después de tanto tiempo, mis sonrisas tenian un significado y ya no tanto hacia esa luz que me alumbró repentinamente, sino hacia todo mi alrededor, hacia el mundo entero. Me di cuenta de que esa faceta de sufrimiento debía ser un libro cerrado, totalmente diferente con el que se iba a escribir ahora. No podía descender en hoyos tan profundos por un recuerdo desgarrador. Debía quedarme solo con el término "recuerdo", pues significa pasado.

 Acabé concluyendo que era más bonito experimentar todas las sensaciones posibles, siendo del carácter que sean, pues serán quienes me ayuden a realizarme como persona. 



No hay comentarios: