19 junio, 2012

Un fondo sin límite.

El cielo cada dia se aferraba más a la noche, y dejaba caer en su rostro un ligero rayo de sol. Era tal la falta de expresión, que te mostraba más de lo que ella pretendía. Le tuve tanto tiempo entre mis brazos, acariciando sus mejillas rojizas, y admirando su resplandeciente blanca piel, que sentía mordiscos y más mordiscos en mi corazón al verla así, o mejor dicho, al no verla. Se construyó un aura lleno de soledad, que susurraba un agotamiento que provocó rendirse en una lucha innecesaria. 
Sara, una creadora nata de batallas, originó que su enemigo fuese ella misma; su falta de personalidad contra un subconsciente fundamentado en una razón pura, es decir, sin ser afectada por lo característico de su rival: la superficialidad, un ideal de belleza equívoco y el miedo al qué dirán. 
Recuerdo el día que la vi, era la primavera andante. Desprendía ese olor que se te pega al cuerpo, que ni una ducha hace que desaparezca. Era una niña que con quince años en su espalda, me daba golpes de corriente, de energia, de los cuales mi edad no podia abastecerse por si mismo. No obstante, ahora más bien, los golpes que me da son de angustia. Cada tarde la iba a visitar a su casa, y conforme el tiempo fue pasando mi corazón se iba retorciendo más. Intentaba sacar una explicación lógica, pero ambos sabíamos que era imposible. Tambien intenté dar una mera interpretación de la situación: La persona que ha cautivado a mi alma, se está muriendo fisica y psicologicamente por una anorexia nerviosa. 
Con esto, me doy cuenta que para llegar a este punto, en el que ya no hay vuelta atrás, has tenido que ir suicidándote poco a poco a lo largo de tu vida. Repentinamente, no te situas delante del espejo y te miras con desprecio, horrorizándote e incluso, viendo una imagen distorsionada, siendo exagerada por tu mente. Deben existir unos factores que hayan inducido tu conducta de tal forma. Y esos factores, son el ya mencionado "rival". 
A estas alturas, después de haber recibido visitas de psicólogos y ex-pacientes, y por tanto, siendo consciente de su enfermedad, solo toca esperar y tener un minimo de esperanza. Será una esperanza basada en creer que mi ayuda y la de su gente más querida, puede servirle de algo, para despertar de esta pesadilla. 
Asimismo, pese a que decida seguir metida en este obstáculo, yo seguiré de pesado apoyándola e intentando que se percate que la vida es algo mas que un cuerpo. Persistiré así hasta que me canse, pero lamentablemente, el día que se agoten mis fuerzas, será el dia en que ella no esté.


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