23 septiembre, 2012

¿De verdad lo tienes todo?


El público está gritando, llenos de euforia con arrugas en el rostro,  deseando que tu marca sea un record olímpico, y que tu pie acaricie la meta antes que todos los demás atletas, pues mueren por hacerte un esguince. Es tu momento, tienes el instante idóneo para demostrar que todo por lo que has luchado estos años, nunca fue en vano. Recorriendo estrechas rutas por tu honor y desgastando los filos de  los acantilados que rozabas cuando olvidabas tu esencia, has caído en la cuenta que sin estabilidad emocional, no cabe el honor. Es más, este concepto hace referencia a tu dignidad, cosa que perderías rápidamente si huyeses de tu ‘análisis’ como persona. Un cobarde categórico como cada ricachón que admira más su fama y su cuenta bancaria, que haber conseguido todos esos bienes gracias al alma que lo constituye como persona. Da pena mirar a los ojos de esos bien adinerados y sentir, que en el fondo tú eres más feliz. La base está en que, ellos fueron a por el resultado, sin querer conseguirlo haciendo lo que mas les apasionaba. Y ahora lo que sienten no es más que un vacío existencial. Naturalmente, sacar un millón de euros de sus bolsillos no podrá realizarles como persona, para obtener lo que todos buscan, la felicidad.

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