01 abril, 2012

Diferente enfoque del interior.

Tan hipócrita. Dichosa palabra que siempre te ha definido.
Tienes la habilidad de ponerle a cada individuo una palabra que lo define por las acciones que haya experimentado. Los llamas egoístas, chismosos, presumidos, avariciosos, prepotentes, hermosos, buenos, tímidos, vergonzosos, etc. Sin embargo, de la infinidad de calificativos que existen, te has atribuido todos los habido y por haber,  y no se te ha ocurrido añadir "hipócrita".  Durante tus experiencias has ido sacando conclusiones, entre la que se encuentra que para ganar se necesita ser valiente y afrontar los problemas como vienen, sin huir de ellos, porque si no, solamente alejarías el dolor por un pequeño instante, pero no lo harías desaparecer.
Bueno, esto es la base, es una teoria que toda persona llega a obtener como moraleja de su cuento, y así poder empezar otro nuevo y más brillante. Ciñéndote a esta idea, la llegas a poner como lema de tu vida. Sin embargo, a veces acabas encontrándote en situaciones límites, donde no sabes qué ni cómo hacerlo. Son ocasiones en las que quieres dejar de ser todo lo pasional que habitualmente eres, porque sabes que aqui el único jefe debe ser la cabeza. De manera que creas un caparazón encima del que ya tenias por costumbre.
Ahora, siempre que se da la misma situación, se asoma una luz de sentimientos que resplandece radiante por un minúsculo hueco que grita sin parar para poder salir de ese "yo" que no eres realmente tú.


No hay comentarios: